Los omegas 3, 6 y 9, u omegas esenciales, son un tipo de grasas necesarias para el cuerpo humano. Sin embargo, no son grasas que produce el cuerpo sino que se deben obtener a través de la alimentación o suplementos.
Por su importancia, se deben consumir fuentes de omegas esenciales de forma diaria. Estas son 5 excelentes alternativas. Elige tu favorita.
El salmón es un alimento que suele estar presente en las dietas más saludables. En lo que se refiere a los omegas esenciales, una porción de 100 g puede aportar hasta 2,260 mg.
Entre sus aportes a la salud están:
Sin embargo, es importante vigilar las porciones pues se trata de un pescado rico en mercurio. Por lo regular, el salmón de criadero tienen 3 veces menos mercurio que el salvaje, pero es casi imposible saber el origen del pescado al momento de hacer la compra.
Estas semillas son un alimento muy económico y fácil de conseguir en México. Además de aportar omegas esenciales, también son ricas en fibra y magnesio. Estas cualidades la convierten en un alimento que favorece la salud cardiovascular e intestinal.
Sin embargo, para obtener 2,350 mg de omegas esenciales es necesario consumir 10.3 g de semilla de linaza o unas 3 cucharadas. Aunque se trata de una cantidad muy pequeña, consumirla de forma diaria puede resultar muy aburrido y no ser del todo práctico.
Como alternativa, se puede optar por consumir el Aceite de Pescado, Linaza y Borraja de 1200 mg Nature’s Bounty®.
Las nueces son un excelente acompañante en postres, alimentos salados y botana rápida. Si aún no las incluyes en tu rutina, debes saber que 14 mitades de nueces aportan 2,570 mg de omegas esenciales.
Sin embargo, es importante mantener control sobre las porciones. Pese a sus beneficios, se trata de un alimento alto en carbohidratos. Idealmente se deben consumir naturales y evitar aquellas que contienen sal, chocolate y edulcorantes de cualquier tipo.
Una opción para preparar algo rápido son las sardinas, incluso se pueden consumir como botana salada. En lo que se refiere a los omegas esenciales, 150 g de sardinas aportan 2,205 mg. También son ricas en vitamina B12, vitamina D y selenio.
La forma más práctica de comprarlas son enlatadas. Sin embargo, es recomendable revisar la etiqueta del empaque para elegir aquellas marcas que contengan menor cantidad de sal, conservadores y otros químicos.
Consumir sardinas o salmón es una opción interesante para quienes disfrutan de cocinar y de llevar una dieta variada. Quienes no tengan tiempo para cocinar o no gusten de comer pescado, pueden consumir aceite de pescado puro en comprimidos.
Existen alternativas como el Aceite de Pescado sin Olor de 1200 mg con Omega 3 de Nature’s Bounty®. Su principal cualidad es que aporta los nutrientes requeridos sin complicaciones y en una sola toma diaria.
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